Las Profecías en la Cosmología Maya
LAS 7 PROFECÍAS MAYA
Develar las predicciones de los mayas implica sumergirse en su mundo científico, religioso y espiritual. Aquí podrá conocer
un poco más sobre cada una de sus profecías:
PRIMERA PROFECÍA: Según esta profecía, el 22 DE DICIEMBRE DE 2012 el Sol recibirá un rayo sincronizador del centro de
la galaxia con el que se iniciará un nuevo ciclo. Será el fin del mundo de materialismo y destrucción en que vivimos y el
inicio de una nueva etapa de respeto y armonía. Antes de ese día, la humanidad deberá optar entre desaparecer como especie
pensante que atenta contra el planeta o evolucionar hacia una nueva Era de integración con el resto del Universo.
SEGUNDA PROFECÍA: La segunda profecía anunció que, a partir del eclipse del 11 DE AGOSTO DE 1999, las transformaciones
físicas en el Sol alterarían el comportamiento de los hombres. Dijeron que algunos perderían el control de sus emociones y
otros afianzarían su paz interior para sincronizarse con los ritmos de la galaxia. Así podrán neutralizarse los cambios drásticos
que describen las siguientes profecías.
TERCERA PROFECÍA: En la tercera profecía, los mayas aseguran que la conducta antiecológica del hombre aumentará la temperatura
de la Tierra y producirá desequilibrios climáticos y geológicos. La falta de sincronía entre nuestro comportamiento y la naturaleza
traerá grandes problemas como la evaporación del agua de los suelos, incendios forestales y la destrucción de las cosechas.
La actitud que tomemos será crucial para sobrellevar esta época de crisis.
CUARTA PROFECÍA: Aquí se predice una ola de calor que provocará el derretimiento del hielo de los polos. Según los mayas,
este será el modo en que el planeta se limpiará y reverdecerá, pero a la vez se inundarán las costas y miles de personas que
viven cerca del mar se enfrentarán a serios peligros.
QUINTA PROFECÍA: Según la quinta profecía, si no sintonizamos nuestro comportamiento con los ritmos de la naturaleza y
la galaxia, antes del 2012 veremos fallar todos los sistemas sobre los que está basada nuestra civilización. Se producirá
un colapso de la red informática, la electricidad, el sistema económico y la religión. A partir de estos hechos, el hombre
verá la necesidad de reorganizar la sociedad de un modo más armónico y menos competitivo. y si a eso le agregamos el aumento
en la actividad del sol, que puede causar daños irreparables en los satélites, la situación se complica. Con las llamaradas
solares se recibe una dosis inusual de rayos ultravioleta que expanden a la atmósfera superior de la tierra, disminuyendo
la presión que existe sobre los satélites que están a baja altura. Esto los hace bajar su órbita a una mucho más rápida, perdiéndose
contacto temporal con ellos en el mejor de los casos e interrumpiendo todas las comunicaciones del planeta en el peor. También
puede suceder que los 19.000 objetos que se encuentran en la órbita de la tierra, al recibir una alta dosis de electromagnetismo
del sol vean dañados sus componentes electrónicos y dejen de funcionar para siempre.
SEXTA PROFECÍA: Habla de la aparición de un cometa que traerá transformaciones físicas muy bruscas en nuestro planeta.
A partir de sus cálculos, los mayas aseguran que existen altas probabilidades de que el cometa choque con la Tierra. Pero
a la vez, sostienen que es posible desviar su trayectoria por medios físicos o psíquicos.
SÉPTIMA PROFECÍA: En la séptima profecía los mayas nos dejaron un mensaje de esperanza. Dijeron que a partir de un esfuerzo
voluntario por lograr la armonía y la paz interior, podremos desarrollar nuevos sentidos e integrarnos al funcionamiento de
la galaxia. Así podremos reducir los efectos nocivos anunciados por las otras profecías y renacer en una nueva Era, "la
Era de la Luz".
Para los mayas los procesos cósmicos son cíclicos y nunca cambian. Lo que cambia es la consciencia del hombre que pasa
a través de ellos, siempre en proceso de perfección. El ciclo actual terminará el sábado 22 de diciembre de 2012, debiendo
para entonces la humanidad escoger entre desaparecer como especie pensante que amenaza con destruir el planeta o evolucionar
hacia la integración armónica con todo el Universo en una nueva Era de Luz.
Todos nosotros, de una manera u otra, sentimos que estamos comenzando a vivir los tiempos del Apocalipsis. Todos sentimos
la guerra. Cada día hay más erupciones volcánicas, la polución generada por nuestra tecnología se ha vuelto alarmante. Hemos
debilitado la capa de Ozono que nos protege de las radiaciones del Sol. Hemos contaminado el planeta con nuestros desechos
industriales y basuras.
La devastación de los recursos naturales esta acabando con las fuentes de agua, con el aire que respiramos. El clima ha
cambiado y las temperaturas han aumentado de manera impresionante; los glaciares y nevados se derriten, grandes inundaciones
se suceden en todo el mundo. Enormes tornados pusieron en peligro a Florida y gigantescos huracanes devastaron a Centroamérica.
Nos amenaza el caos informático. La pobreza generalizada por los efectos del caos económico se sienten en casi todos los
países del mundo. Todos buscamos respuestas y un camino seguro para los tiempos que vivimos. Reconocemos, a partir de los
problemas que enfrentamos a diario, que no estamos viviendo en armonía.
Muchas religiones elaboraron profecías acerca de lo que esta pasando. La Biblia anunció que cuando todos estos hechos
sucedieran al mismo tiempo estarían llegando los tiempos del Apocalipsis. Los mayas sabían que esto iba a suceder exactamente
en estos tiempos, por eso dejaron unas guías para que cada uno de nosotros de manera individual contribuya a llevar a la humanidad
hacia "el AMANECER DE LA GALAXIA", a una nueva Era en la que no habrá más caos ni destrucción.
Nos dejaron siete profecías en las que hablan de sus visiones del futuro, de nuestro presente. Están basadas en las conclusiones
de sus estudios científicos y religiosos sobre el funcionamiento del Universo.
La primera profecía habla del final del miedo. Dice que nuestro mundo de odio y materialismo terminará el SABADO 22 DE
DICIEMBRE DE 2012, que para ese día la humanidad deberá escoger entre desaparecer como especie pensante que amenaza con destruir
el planeta o evolucionar hacia la integración armónica con todo el Universo, comprendiendo que todo esta vivo y consciente,
que somos parte de ese todo y que podemos existir en una nueva Era de luz.
La primera profecía dice que a partir de 1999 nos quedan 13 años, sólo 13 años para realizar los cambios de consciencia
y actitud de los que nos hablan. Los mayas sabían que nuestro Sol, ellos lo llamaban Kinich-Ahau, es un ser vivo que respira
y que cada cierto tiempo se sincroniza con el enorme organismo en el que existe. Al recibir un chispazo de luz del centro
de la galaxia brilla más intensamente, produciendo en su superficie lo que nuestros científicos llaman erupciones solares
y cambios magnéticos. Ellos dicen que esto ocurre cada 5.125 años; que la Tierra se ve afectada por los cambios en el Sol
mediante un desplazamiento de su eje de rotación. Predijeron que a partir de este movimiento se producirían grandes cataclismos.
Para los mayas los procesos universales, como la respiración de la galaxia, son cíclicos y nunca cambian. Lo que cambia es
la consciencia del hombre que pasa a través de ellos, siempre en un proceso hacia más perfección.
Basados en sus observaciones, los mayas predijeron que a partir de la fecha inicial de su civilización, desde el 4 Ahau
8 Cumku, es decir, desde el año 3113 a. C., 5.125 años en el futuro, o sea, el SABADO 22 DE DICIEMBRE DE 2012, el Sol, al
recibir un fuerte rayo sincronizador proveniente del centro de la galaxia, cambiará su polaridad y producirá una gigantesca
llamarada radiante. Para entonces la humanidad debe estar preparada para atravesar la puerta que nos dejaron los mayas, trasformando
a la civilización actual basada en el miedo en una vibración mucho más alta de armonía.
Solo de manera individual se puede atravesar la puerta que permite evitar el gran cataclismo que sufrirá el planeta para
dar comienzo a una nueva Era, un Sexto Ciclo del Sol. Los mayas aseguraban que su civilización era la quinta iluminada por
el Sol, Kinich-Ahau, el gran Quinto Ciclo Solar. Antes habían existido sobre la tierra otras cuatro civilizaciones que fueron
destruidas por grandes desastres naturales. Creían que cada civilización es sólo un peldaño en el ascenso de la consciencia
colectiva de la humanidad.
Para los mayas, en el último cataclismo la civilización había sido destruida por una gran inundación que dejó unos pocos
sobrevivientes de los cuales ellos eran sus descendientes.
Pensaban que al conocer el final de esos ciclos, muchos seres humanos se preparaban para lo que verían y que gracias a
eso habían logrado conservar sobre el planeta a la especie pensante, el hombre. Nos dicen que el cambio de los tiempos permite
ascender un peldaño en la evolución de la consciencia, dirigirnos hacia una nueva civilización que manifestará mayor armonía
y comprensión para todos los seres humanos.
El Tiempo del No-Tiempo
La primera profecía nos habla del TIEMPO DEL NO-TIEMPO, un período de 20 años, llamado por ellos 1 Katún, los últimos
20 años de ese gran ciclo solar de 5.125 años. Es decir, desde 1992 hasta el año 2012. Profetizaron que durante ese tiempo,
manchas del viento solar cada vez más intensas aparecerían en el Sol. Desde 1992 la humanidad entraría en un último período
de grandes aprendizajes, de grandes cambios. Dijeron que nuestra propia conducta de depredación y contaminación del planeta
contribuiría a que estos cambios ocurrieran. Cambios que van a suceder para que comprendamos cómo funciona el Universo y avancemos
hacia niveles superiores, dejando atrás el materialismo y liberándonos del sufrimiento.
La primera profecía anunció que 7 años después del comienzo del último Katún, es decir, en 1999, comenzaría una época
de oscuridad que nos enfrentaría a todos con nuestra propia conducta. Mencionaron que las palabras de sus sacerdotes serían
escuchadas por todos nosotros como una guía para despertar.
Los mayas profetizaron que el comienzo de esa época estaría marcado por un eclipse de Sol que coincidió con una alineación
planetaria sin precedentes en la historia. Predijeron que ese eclipse ocurriría el MIERCOLES 11 DE AGOSTO DE 1999. Ese año
fue uno de los más movidos de la historia de los últimos 5.125 años. A partir de esta fecha comenzaron a correr los últimos
13 años. La última oportunidad para nuestra civilización, los últimos momentos para realizar los cambios que nos conduzcan
al momento de la regeneración espiritual y a una nueva Era Dorada Planetaria.
Para los mayas absolutamente todo es número, y el tiempo de los 13 números sagrados comenzó en AGOSTO DE 1999. Predijeron
que, a partir de ese eclipse, las fuerzas de la naturaleza actuarían como el catalizador de una serie de cambios tan acelerados
y de tal magnitud que el hombre se vería impotente para contenerlos.
Al igual que los mayas, nuestros científicos contemporáneos aseguran que el eclipse de AGOSTO DE 1999 fue muy especial.
Ese día la Tierra estuvo en su posición más cercana al Sol y la Luna en la posición más lejana a la Tierra, por eso al interponerse
en el camino del Sol no alcanzó a taparlo completamente y sólo tapó su centro. Además, por la noche de ese mismo día se produjo
una lluvia de estrellas, también llamada las Perseidas. Para terminar las "coincidencias", prácticamente todos los
planetas y el Sol se encontraron en posición cruz cósmica con centro en la Tierra. Curiosamente en esa cruz cósmica los signos
del zodíaco ocupados por los planetas eran: Leo, el león; Escorpio, el águila; Acuario, el hombre; y Tauro, el toro. Son los
símbolos de los 4 evangelistas, de los 4 custodios del trono que protagonizan el Apocalipsis según San Juan.
Este eclipse es, por lo tanto, muy significativo. Para las antiguas culturas los eclipses eran un símbolo de cambio en
el orden natural de las cosas. Además la sombra que proyectó la Luna sobre la Tierra al eclipsar al Sol tuvo un recorrido
bastante misterioso: atravesó Europa pasando exactamente por los Balcanes, por Kosovo; luego pasó por Medio Oriente, Irán
e Irak, después se dirigió a Pakistán e India. Es decir, la oscuridad pasó por todos los sitios de conflicto potencial en
el planeta.
Cosmologia Maya
La cultura, la ciencia, la religión y el arte maya están basados en su relación con el Sol. Creían que sólo a través del
Sol se podían comunicar con Hunab-Kú, el Dios que esta en todas partes. Para los mayas, Hunab-Kú es un organismo gigantesco
que nos contiene a todos en su interior. Afirman que su corazón y su mente están en el centro de nuestra galaxia y que sólo
a través del Sol se podían comunicar y dirigirse espiritualmente a él. Por eso su interés fundamental en el Sol, en Kinich-Ahau.
Los mayas construyeron sus maravillosas ciudades, sus sitios ceremoniales y sus pirámides al sur de México, en la Península
de Yucatán, Honduras y Guatemala. Allí dejaron grabados en las piedras sus mensajes del tiempo, los recorridos del Sol, de
la Luna, de Venus y el camino para que la humanidad se dirija hacia el crecimiento y la luz de una nueva Era, no hacia el
materialismo y la autodestrucción.
Maya viene de "Mayab", que significa "sitio del planeta Tierra llamado Yucatán". Para los hindúes
Maya significa ilusión, para ellos todo lo que cambia es ilusión, lo que permanece, lo eterno, es el espíritu. Maya también
significa mente, magia, madre. Maya, Maia y María son una misma palabra; curiosamente la madre de Buda se llamaba Maia y la
madre de Jesús, María.
Nuestro mes de Mayo lleva ese nombre en honor a la diosa romana Maya, la diosa de la primavera, del florecimiento. En
filosofía esotérica, la palabra Maya representa a una mente que se libera del cuerpo para moverse a grandes distancias con
plena consciencia.
¿Tendrá este último significado algo que ver con la desaparición de casi todo el pueblo maya en el año 830 d. C.? Aunque
hay muchas teorías sobre la desaparición misteriosa de esta gran civilización, algunos dicen que desaparecieron de manera
voluntaria y consciente, abandonaron sus ciudades y sus casas en el momento de mayor desarrollo de su civilización.
Los mayas descubrieron, gracias a sus estudios sobre el Sol, que el Sistema Solar entero se movía. Llegaron a la conclusión
de que el Universo tiene ciclos, períodos de tiempo repetitivos que comienzan y terminan como el día y la noche. Se dan cuenta
que nuestro Sistema Solar se desplaza en una elipse que lo aleja y acerca al centro de la galaxia. Es decir, que el Sol y
todos los planetas se mueven en ciclos en relación con Hunab-Kú, la luz central de la galaxia.
Encontraron que esa elipse, ese giro completo, ese ciclo que realiza el Sistema Solar, dura 25.625 años. A este ciclo
lo podemos llamar DIA GALACTICO. Cuando el recorrido llega a la mitad, es decir, tras 12.800 años, estamos cerca del centro
de la galaxia, de la luz, iluminados en el día de la galaxia. En la otra mitad del recorrido, los otros 12.800 años, nuestro
Sistema Solar esta cada vez más lejos de la luz central, es decir, en la sombra, en la noche de la galaxia. Hay día y noche
en la galaxia, sucede lo mismo que en nuestro planeta pero en una escala mucho mayor; cada día y cada noche duran 12.800 años.
Descubrieron que cada gran ciclo contiene, a su vez, ciclos menores que tienen las mismas características que los ciclos
mayores. El DIA GALACTICO de 25.625 años está dividido en 5 ciclos de 5.125 años cada uno. El primer ciclo es la MAÑANA GALACTICA,
el segundo ciclo es el MEDIODIA GALACTICO, el tercero es la TARDE, luego viene el cuarto ciclo la TARDE-NOCHE o ANOCHECER
y por fin, la conclusión, el quinto ciclo, la NOCHE GALACTICA que vuelve a dar paso a un nuevo amanecer, a otros 5 ciclos
y así eternamente.
La primera profecía nos dice que en 1999 el Sistema Solar empezó a salir del último de esos ciclos, que nos encontramos
en el fin de la noche, saliendo de la oscuridad y a punto de entrar en el amanecer de la galaxia. Dice que al final y al comienzo
de estos ciclos, o sea, cada 5.125 años, el Sol central de la galaxia emite un rayo de luz muy intenso. Mediante este brillo
sincroniza a todos los planetas y soles. Es como el latir lumínico del corazón de la galaxia, palpita cada 5.125 años.
Ese resplandor inmenso es el período de transición que marca el final de un ciclo y el comienzo de otro, dura 20 años.
Ahora nosotros nos encontramos en el TIEMPO DEL NO-TIEMPO, es un momento evolutivo, una etapa corta pero intensa dentro de
los grandes ciclos donde suceden cambios muy rápidos para impulsarnos hacia una nueva etapa de evolución como individuos o
como humanidad.
Los mayas nos hablan de un ritmo, de un orden que existe en el Universo. El hombre maya es bastante poderoso: domina y
posee el número que le permite hacerse "dueño del tiempo". Su cuenta le permite saber que todos los planetas tienen
ciclos y giros invariables. Estamos en el período del NO-TIEMPO y como individuos debemos tomar una decisión que nos afectará
a todos. Si continuamos en este curso negativo de odio de los unos por los otros, de destrucción de la naturaleza, de miedo
y egoísmo, iremos directo a la destrucción, al caos y desapareceremos como especie pensante del planeta. En cambio, si tomamos
consciencia y nos damos cuenta que todos formamos parte de un organismo gigantesco, que debemos respetarnos los unos a los
otros, que debemos sanar a la madre tierra y ocuparnos de su limpieza, iremos directo al crecimiento positivo. La naturaleza,
nuestro Sol, la galaxia, están esperando nuestra decisión... De nosotros depende el sentido que adoptará el cambio de los
tiempos, si será una etapa de dolor y destrucción o, por el contrario, nos encontrará unidos en una misma consciencia positiva
dirigidos hacia el siguiente peldaño evolutivo.
La Quinta Civilización del Sol
La historia de lo que se ha descubierto de los mayas comienza en el año 600 a. C.. En el monte Albán aparecieron unas
enormes piedras talladas con el primer registro del lenguaje de los mayas, los números. Figuras danzantes fechadas con los
números mayas: la concha en forma de boca que representa el número 0, el punto que representa el número 1 y la línea que representa
el número 5.
Pero recién en el año 300 d. C. comienza realmente el desarrollo de lo que podemos considerar maya. Seres que dedicaron
su vida a estudiar y registrar la galaxia.
Después de casi 600 años de intensa actividad constructora y de un asombroso desarrollo científico, en el año 830 d. C.,
súbitamente, desaparecen en forma misteriosa. Abandonan todo, dejan intactas sus casas, sus ciudades y sus templos, que poco
a poco son devorados por la selva. Quedan algunos pocos custodios a cargo de lo abandonando, supervisores de la herencia que
nos dejaron.
Pasan aproximadamente 200 años desde el abandono, la mayoría de sus ciudades desaparecen entre la selva y en ese momento
algunas de ellas son repobladas nuevamente. En el año 949 d. C., el rey tolteca conduce a su pueblo hacia el sur, huyen de
la invasión bárbara de los chichimecas del norte que han destruido su capital, Tula. Los toltecas ocupan nuevamente algunas
de las ciudades mayas abandonadas y las hacen renacer, pero nunca llegan a los mismos niveles de desarrollo. La época maya-tolteca
dura desde el año 1000 hasta el año 1350 d. C. cuando comienzan a desaparecer lentamente.
En el siglo XVI, cuando llegan los conquistadores españoles la mayoría de sus ciudades estaban cubiertas nuevamente por
la selva y para el siglo XVIII, lo poco que quedaba de ellos ya no existe.
De las investigaciones sobre las ruinas de sus ciudades, de los estudios de las fechas y números tallados en sus muros,
de su exacto calendario, de sus códices y libros sagrados están reapareciendo sus conocimientos y se está descifrando su misterioso
mensaje de alerta y esperanza.
Miles de sacerdotes, astrónomos y matemáticos mayas se dedicaron a medir, registrar y estudiar durante siglos al Sol y
a todas las estrellas y planetas. Hace 1200 años fueron tan avanzados que calcularon la distancia que recorre nuestro planeta
anualmente alrededor del Sol, tuvieron tanta precisión que hoy la NASA sólo tiene segundos de diferencia con las medidas que
obtuvieron los mayas. Calcularon que la Tierra daba la vuelta al Sol en 365.242010 días. Hoy, el año de Greenwich es de 365.2422
días, una increíble diferencia de sólo 17 segundos y 28 centésimas.
También los mayas calcularon el año del planeta Venus y lo establecieron en 584 días. Hoy la NASA dice que la medida es
583.92 días por año, prácticamente lo mismo.
¿Cómo pudieron hacer estos cálculos tan exactos sin tener instrumentos de precisión? Su ciencia astronómica estaba 1000
años más adelantada que la de todos sus contemporáneos.
Encontraron los pulsos que recibe cíclicamente el Sistema Solar del centro de la galaxia. Construyeron ciudades como Tulum,
rodeadas por murallas; no para su defensa sino para usarlas como punto de referencia de la aparición del Sol y los planetas.
En matemáticas eran muchísimo más avanzados. Su sistema aritmético era vigesimal, es decir, contaban de 20 en 20. Un sistema
con base en el número 2, lo que lo convierte en un sistema binario exponencial, un sistema matemático armónico con el Universo,
el mismo que utiliza la naturaleza para la división de las células.
También utilizan los números de manera simbólica, convirtiéndolos en entidades mágicas, seres armoniosos que cuentan una
historia, como el I-Ching. Tenían el calendario más exacto hecho por cualquier civilización antigua sobre la tierra. Éste
estaba compuesto por 13 meses de 28 días cada uno y un día a parte al final del calendario para recibir el nuevo año (28x13=364+1=365
días). Un calendario que sirve para sincronizar el ciclo de la Tierra, la Luna y el Sol con el Universo.
Los mayas también fueron muy avanzados en su manera de cultivar la tierra y cosechar los alimentos para todo su pueblo.
Construyeron redes de canales de riego para mantener irrigada la tierra.
Su arte era absolutamente bello. Los bajorrelieves y las esculturas en piedra tienen una elegancia clásica. Las delicadas
figuras de cerámica de sus soberanos, sacerdotes, artesanos y de todo el mundo funcionaban como las fotos de la época. Son
unos de los documentos más importantes para entender su vida, sus costumbres y poder llegar hasta su mente y corazón.
Es impresionante la cantidad de ciudades y monumentos que construyeron. Vivían como los griegos, en ciudades-estado. Las
pirámides eran torres para las divinidades, escaleras al cielo que suben a los templos que dedicaban a las esencias de todas
las cosas.
Eran tan avanzados que utilizaron la producción en serie. Todos los elementos repetitivos de sus palacios eran diseñados
mediante la utilización de moldes y luego se producían de manera industrial para ensamblarlos con increíble precisión.
Con bajorrelieves tallados en piedra, enormes esculturas y pinturas murales adornaban sus palacios. Colocaban estelas,
que son grandes piedras talladas donde se contaba la vida de su soberano, en sus plazas y caminos. En los muros de sus palacios
narraban los acontecimientos colectivos. Utilizaban los techos y pisos de sus plazas para recoger el agua y canalizarla hacia
enormes depósitos.
Mientras construyeron sus pirámides y observatorios encontraron una manera de conocer el Universo, inventaron su sistema
para registrar los procesos naturales, lo estudiaron, lo organizaron, lo consolidaron y lo dejaron escrito en la piedra como
un monumento a la sabiduría. Construyeron con una tecnología que se perdió en el tiempo, al igual que el misterio de su desaparición.
La mayor parte del pueblo maya desapareció sin dejar ningún rastro, súbitamente. Abandonaron sus casas, sus templos y
sus ciudades como si el tiempo se hubiera detenido en ese instante. Sólo a través de su herencia, de lo que hemos encontrado
sobre su vida diaria, de sus muestras evidentes de sabiduría podremos establecer porqué y cómo lo hicieron. Son muchas las
preguntas que todo esto nos genera ¿Será que aprendieron a usar la mente más allá del 10% de la que nosotros la utilizamos?
¿Obtuvieron niveles altísimos de energía vital después de largos procesos de purificación? ¿Será que utilizaron mantras, palabras
sagradas repetidas rítmicamente en ceremonias místicas, para producir estados alterados de consciencia colectiva? ¿Adónde
se fueron sus sacerdotes, sus astrónomos y sus matemáticos? ¿Pudieron abrir una puerta a otro espacio u a otro tiempo, a otra
dimensión de realidad, tal vez paralela a la nuestra pero más elevada? Sabemos que muchos antiguos profetas, como dice en
la Biblia, al abrir esa puerta se convirtieron en una brillantísima esfera de luz y abandonaron conscientemente este mundo.
Ahora, ¿qué ciclo fatal descubrieron a través del Sol? ¿Qué ciclo fatal descubrieron a través de los números? ¿Por qué
interrumpen su calendario precisamente en nuestra época? ¿Será que quieren llamar nuestra atención hacia estas fechas? A partir
de 1999 empezaron a correr los últimos 13 años, el tiempo exacto para que cambiemos y nos impulsemos juntos hacia una nueva
era de paz y de armonía.
Reproducido de: Serie Documental "Las Siete Profecías Mayas" (TV Caracol)
|